¿Y si dejar de consumir no fuera la única forma de sanar?
Este artículo es un grito sereno pero firme. Una invitación a romper con los moldes rígidos del tratamiento en adicciones crónicas. Porque la vida no empieza en la abstinencia ni termina en la recaída, y limitar el éxito terapéutico a una sola medida es olvidar la complejidad de lo humano.
En estas líneas, PR. Diego propone una visión más amplia: donde el acompañamiento se centra en la persona, no solo en la sustancia. Donde la calidad de vida, los vínculos reconstruidos, el sentido recuperado y la autonomía real se vuelven los verdaderos signos de recuperación.
Un manifiesto profesional y humano para todos quienes creen que el futuro de la salud mental pasa por redefinir lo que significa estar mejor.
Pr. Diego Calvo
¿Y si dejar de consumir no fuera el único camino hacia la recuperación?
Durante décadas, la abstinencia total ha sido considerada la medalla de oro en el tratamiento de las adicciones. Clínicas, profesionales y hasta familiares miden el éxito de un proceso terapéutico con una pregunta aparentemente simple: ¿ha dejado de consumir? Sin embargo, cuando hablamos de adicciones crónicas, la realidad es mucho más compleja. Y más humana.
El problema del modelo único
El modelo de abstinencia absoluta tiene sus raíces en tradiciones como los Doce Pasos y ha sido fundamental en millones de historias de recuperación. Pero este enfoque, aunque válido para algunos, no es universal.
La investigación actual y la práctica clínica nos muestran que muchos pacientes con adicciones crónicas no logran —o no desean— una abstinencia sostenida, y sin embargo experimentan mejoras significativas en su salud mental, relaciones, empleo y bienestar general. ¿Cómo llamamos a eso, si no es éxito?
Reducción de daños: una alternativa compasiva y eficaz
El enfoque de reducción de daños no niega los riesgos del consumo, pero reconoce que exigir abstinencia como condición inicial puede ser contraproducente. Este modelo:
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Acepta que el consumo puede continuar, pero busca minimizar sus consecuencias negativas.
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Incluye estrategias como el uso controlado, intercambio de jeringas, medicación asistida (como metadona o buprenorfina), y acompañamiento psicosocial sin presión abstinencial.
Estudios en múltiples países han demostrado que estos enfoques salvan vidas, mejoran la calidad de vida y son una puerta de entrada a tratamientos más profundos cuando el paciente está listo.
Calidad de vida como nuevo eje terapéutico
Imagina que en lugar de preguntar "¿has dejado de consumir?", preguntamos:
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¿Te sientes más seguro?
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¿Tienes relaciones más saludables?
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¿Tienes un proyecto de vida que te motive?
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¿Estás tomando menos riesgos que antes?
Estas preguntas apuntan a algo que a menudo se pierde en el modelo abstinente: la calidad de vida.
Muchos profesionales están promoviendo una visión integral del éxito terapéutico, donde el consumo se contextualiza dentro de una historia de sufrimiento, exclusión o trauma, y donde la mejora sostenida en el tiempo es una victoria, aunque el consumo no haya desaparecido por completo.
Hacia un modelo plural y más humano
Aceptar que hay múltiples caminos hacia la recuperación no significa renunciar a la evidencia. Al contrario: implica adaptar la intervención a la persona y no al revés.
Las adicciones crónicas no son un virus que se elimina, sino un proceso con recaídas, avances y retrocesos. En este sentido, deberíamos pensar en términos similares a enfermedades como la diabetes o el VIH: manejables a largo plazo, no curables de una vez por todas.
Conclusión: ¿Qué es el éxito?
Éxito no es solamente dejar de consumir. Es volver a dormir bien, reír con los hijos, encontrar trabajo, o dejar de inyectarse en soledad. Éxito es cualquier paso que reconecte a la persona con la vida que desea tener.
Redefinir el éxito terapéutico no es rendirse. Es abrir la puerta a miles de personas que hoy, bajo el modelo único de abstinencia, se sienten fracasadas.
¿Te interesa este enfoque?
Este artículo forma parte de una serie sobre tratamientos contemporáneos en adicciones. Te invitamos a explorar más recursos y cursos sobre reducción de daños, manejo clínico de recaídas y calidad de vida en salud mental.
