Autocontrol

Publicado el 6 de enero de 2024, 10:13

Ilusionados por el control

La ilusión por el control. Es otra FACETA del monstruo de las mil caras

Ahora, es válido preguntarnos ¿qué entendemos por control, en términos no generales, sino especifico, en términos del individuo?Se entiende o define como la facultad que desarrollamos los seres humanos de dominar nuestros impulsos y pasiones. Estaríamos hablando del autocontrol.

El autocontrol es la capacidad consciente de regular los impulsos de manera voluntaria con el objetivo de alcanzar el equilibrio a nivel personal.

¿Cómo se desarrolla o se adquiere esta habilidad?

Se adquiere y desarrolla en el transito de la vida, donde están involucrados las emociones, los pensamientos por lo tanto del cuidado y el cultivo de estos, tendrá su repercusión en la toma de decisiones y por consiguiente enlos comportamientos. Lo cual quiere decir que cuando presentamos dificultad para autorregularnos o regular nuestra conducta, es señal de que existe una dificultad, a nivel de las emociones, los pensamientos y por consiguiente aflorará en la toma de decisiones y se exteriorizará a través de la conducta misma. La tendencia será la manifestación de una conducta gobernada por la ausencia de reflexión y ausencia de capacidad para percibir de las consecuencias de estas y su impacto en el medio que le rodea. Porque el deseo de la satisfacción inmediata, en el aquí y el ahora, impiden el proceso de reflexión.

Ahora las Sagradas Escrituras nos habla sobre el dominio propio, como una facultad del Espíritu, se refiere a tener autodisciplina y a saber controlar los pensamientos, sentimientos, emociones y por consiguiente los impulsos. No es algo que logramos en un instante, ni por fuerza propia. Pero gracias a la obra del Espíritu Santo en la vida de cada persona que ha tomado la decisión de creer y confiar en Jesús como aquel que se humano, que por experiencia comprende al ser humano, sabe ponerse en nuestro lugar; nos ha dado el regalo de la persona del Espíritu Santo quien nos capacita de manera incomprensible a la capacidad de razonar de los hombres, para desarrollar el dominio propio como don.

“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”.Gálatas 5:22-23

Además, nos recuerda que no nos ha dado cualquier espíritu, sino de su espíritu Pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 1:7.

¿Pero cuando hablamos de la ilusión por el control, en el contexto de las adicciones a que nos referimos?

La tendencia de nosotros como humanos para sentirnos seguros, es tener el control, no solo de nuestra vida, sino también de todo aquello que nos rodea y cuando las cosas se salen del curso previsto, y no se dan según lo planeado, la respuesta es la frustración. La cual nos genera sensaciones que incomodan y resultan desagradables porque lo planeado o añorado no se da en el curso de lo previsto.  Estos resultados provocaran que se busque de diferentes formas y a cualquier costó en su mayoría los resultados de gratificación, como respuesta a la baja tolerancia a la frustración.Entonces las conductas impulsivas las podemos entender en el marco de ausencia de dominio propio para asimilar y aceptar demorar las gratificaciones. La tendencia es más bien realizar conductas que les proporcione un beneficio inmediato, aunque a largo plazo sea contraproducente, en vez de demorar la gratificación, aunque ésta sea mucho mayor a largo plazo.

Hablamos de que, en la fase de una adicción, si se ha producido, estaremos hablando de un desajuste en el sistema límbico; por lo tanto,hay unoscambios neuroquímicos y funcionales en el cerebro de quien ha desarrollado la adicción, según losestudios de neuroimagen.

Cuando la persona está bajo los efectos de las drogas o se producen un fuerte deseo de volver a consumirla, se activan mecanismos cerebrales. Estos involucran las vías de recompensa (núcleo accumbens), circuitos asociados con la motivación (corteza orbitofrontal), memoria (amígdala e hipocampo) y control cognitivo y la corteza prefrontal). El consumo de drogas, incluso si son prescritas o no puede conllevar riesgos importantes para la salud, tales como: Dependencia, compulsividad, conducta de búsqueda incontrolable de la droga junto con desórdenes del comportamiento. Aquí se habla de un desorden del comportamiento cualitativamente distinto, porque el cerebro de una persona que ha sido sensibilizado por las drogas es diferente del de los no adictos, porque el consumo prolongado puede llegar a producir cambios fisiológicos permanentes.

Entonces podemos concluir que la ausencia de reflexión frente al cultivar estas habilidades; emociones, pensamientos, tendrán un impacto desafortunado toma de decisiones y como resultado a nivel conductual; más el agravante de las sustancias o los comportamientos que generan una adicción impedirán que haya un control de la vida del mismo hombre. Por eso hablamos de una ilusión

En el contexto de la adicción, a lo largo del tiempo se han elaborado una serie de creencias:

  • Esperar a tocar fondo, (falso)
  • Nada puedo hacer si no quiere ayuda, (falso)
  • Si quiero lo conseguiré. (falso)
  • La adicción es un problema de voluntad (falso)
  • Los adictos deben ser castigados (falso)
  • Los adictos no pueden ser tratados con medicamentos (falso)
  • La heroína no es peor que otras drogas (falso)
  • La adicción se recupera de forma instantánea (falso)
  • Debe haber un programa similar para todo tipo de adicción (falso)
  • Nunca se puede obligar a nadie a buscar tratamiento (falso)
  • El alcohol combate el frío (falso)
  • Los que recaen en la adicción no se pueden recuperar (falso)
  • Las drogas aumentan la capacidad sexual (falso)
  • Los que usan drogas se divierten más (falso)
  • La adicción es una decisión no una enfermedad (falso)
  • ¿Es correcta la idea lo dejaré cuando quiera? ¿Por qué si o por qué no?
  • ¿Es conveniente medicar en una adicción? ¿Qué puedo hacer si la persona no se deja ayudar?

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