Fe y ciencia en adicciones

La búsqueda del sentido y del propósito

1. El cerebro del adicto también busca sentido

Durante años se habló del “cerebro adicto” como un sistema de recompensa roto que solo respondía a la droga; hoy se sabe que también conserva un hambre profunda de sentido, pertenencia y amor, que la ciencia llama “búsqueda de propósito y significado como recompensa”. Algunos autores describen un “conectoma neuro‑espiritual”: un mapa de conexiones cerebrales donde espiritualidad y recompensa se entrelazan y que podría ser clave para entender por qué ciertas personas, al encontrar fe o sentido, logran sostener la abstinencia.

2. De la dopamina del “subidón” a la dopamina de la esperanza

En la adicción, el sistema dopaminérgico se desequilibra y aparece lo que algunos llaman “síndrome de deficiencia de recompensa”: nada basta, nada llena, siempre falta algo. Curiosamente, estudios genéticos y de neuroimagen sugieren que ciertas variantes de genes dopaminérgicos se asocian tanto a vulnerabilidad adictiva como a mayor apertura a experiencias espirituales profundas, como si la misma biología que empuja a la búsqueda desesperada de placer pudiera, bien encauzada, alimentar una búsqueda intensa de trascendencia.

3. Silenciar el “ruido” interior: oración, meditación y red por defecto

El cerebro tiene una red que se activa cuando divaga, rumia y se centra en el yo, la llamada red por defecto; cuando se hiperactiva, se asocia a ansiedad, depresión y también a craving y descontrol impulsivo. Prácticas como la oración y la meditación enfocada han demostrado reducir la actividad de esta red, facilitando un estado de presencia, humildad y conexión que muchos pacientes describen como “por fin, silencio dentro de mi cabeza”.

4. Espiritualidad: ¿defecto de fábrica o llamada interior?

Investigaciones recientes exploran si ciertos genes de receptores de dopamina y serotonina están relacionados con rasgos de “autotrascendencia” y aceptación espiritual. Se ha propuesto incluso el concepto de “genoespiritualidad”: la idea de que algunas personas, por su biología, tienen más facilidad tanto para sufrir con la falta de sentido como para abrirse a experiencias espirituales que les sostengan en la recuperación.

5. Recuperación como giro del yo al Tú

La misma neurociencia que describe egoísmo, impulsividad y búsqueda compulsiva de placer muestra también el papel de las neuronas espejo, esenciales para la empatía y el reconocimiento del otro como “otro yo”. Cuando la persona en recuperación se involucra en servicio, ayuda mutua y prácticas espirituales centradas en compasión y humildad, se fortalecen estos circuitos, y muchos refieren que la sobriedad comienza realmente cuando dejan de girar alrededor de sí mismos.


El ciego Bartimeo y su aplicación en adicciones

𝗛𝗮𝘀 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗶𝗿𝗰𝘂𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗼 𝗹𝗮𝘀 𝘃𝗼𝗰𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗻𝘁𝗮𝗻 𝘀𝗶𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗿 𝘁𝘂 𝗳𝗲? 𝗨́𝗻𝗲𝘁𝗲 𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗲𝘀𝘁𝘂𝗱𝗶𝗼 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝗰𝗶𝗲𝗴𝗼 𝗕𝗮𝗿𝘁𝗶𝗺𝗲𝗼 (𝗠𝗮𝗿𝗰𝗼𝘀 𝟭𝟬). 𝗗𝗲𝘀𝗰𝘂𝗯𝗿𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝗝𝗲𝘀𝘂́𝘀, 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝘀𝗼 𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝗺𝗮́s 𝗱𝗶𝗳𝗶́𝗰𝗶𝗹 𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗿𝘂𝘇, 𝗱𝗲𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝘀𝘂 𝗽𝗮𝘀𝗼 𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗹𝗮𝗺𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗺𝗶𝘀𝗲𝗿𝗶𝗰𝗼𝗿𝗱𝗶𝗮. 𝗘𝘀𝘁𝘂𝗱𝗶𝗮𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀: 👁️ 𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝗹𝗮 𝗳𝗲 𝘃𝗲𝗻𝗰𝗲 𝗼𝗯𝘀𝘁𝗮́𝗰𝘂𝗹𝗼𝘀. 🧥 𝗤𝘂𝗲́ 𝗶𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗮 "𝗮𝗿𝗿𝗼𝗷𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗽𝗮". ✨ 𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝗶𝗿 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝗮 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶𝗿 𝗮 𝗝𝗲𝘀𝘂́𝘀.