Los consumidores de fentanilo parecen zombis
Si nos preguntamos por qué los consumidores de fentanilo se describen como “zombis” o “muertos vivientes”, la respuesta es múltiple:
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El potente efecto sedante de la sustancia provoca que los usuarios se presenten con una apariencia extremadamente somnolienta, letárgica y descoordinada en sus movimientos.
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El fentanilo induce una supresión significativa de la función respiratoria, lo que ocasiona que los labios y las uñas de los adictos adquieran un tono azulado debido a la falta de oxígeno.
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Dada su naturaleza altamente adictiva, los consumidores de fentanilo centran su vida en la obtención y uso de la droga, descuidando aspectos esenciales como la alimentación, el sueño y su apariencia personal.
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Los adictos al fentanilo adelgazan notablemente debido al efecto supresor del apetito de este tipo de drogas por lo que, añadido al efecto adictivo, contribuye a que presenten una apariencia notablemente demacrada, con ojos hundidos y carentes de brillo.
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La hipocresía del adicto
La hipocresía en el contexto de la adicción suele manifestarse como una contradicción entre lo que la persona dice y lo que realmente hace, o entre los valores que defiende y sus acciones cotidianas. Estos son algunos ejemplos frecuentes:
Identificar Señales
Reconocer el autoengaño en una persona con adicción es fundamental para iniciar un proceso de recuperación efectivo. A continuación, se presentan estrategias prácticas y objetivas que pueden ayudar a identificarlo:
Mecanismos disociativos
Las personas con adicciones suelen recurrir a diversos mecanismos de defensa para reducir el malestar psicológico que genera la disonancia cognitiva, es decir, el conflicto entre sus creencias y sus acciones. Estos mecanismos les permiten justificar o minimizar su conducta adictiva y evitar enfrentar la realidad de su problema. A continuación, se describen los más comunes:
Identificar el autoengaño
Identificar el autoengaño en una persona con adicción puede ser complejo, ya que este mecanismo psicológico opera de forma inconsciente y está profundamente arraigado en la conducta adictiva. Sin embargo, existen señales y patrones de pensamiento que pueden ayudar a detectarlo:
El autoengaño es importante
El autoengaño es uno de los mecanismos psicológicos más poderosos y destructivos en el contexto de las adicciones. Este fenómeno, que implica distorsionar la realidad para evitar enfrentar verdades incómodas, juega un papel central en el mantenimiento y la progresión de las conductas adictivas. A continuación, exploraremos cómo funciona el autoengaño, su impacto en las personas con adicciones y cómo puede ser abordado para facilitar la recuperación.
Autoestima y modelos cognitivos en adicciones
La baja autoestima es la percepción negativa que una persona tiene de sí misma, originándose en la socialización. Esto suele llevar a opiniones negativas sobre su valía personal. Cuanto más se distorsionan las opiniones percibidas, más se refuerza esta percepción errónea. Frecuentemente, su origen se vincula a traumas durante la infancia, como el bullying, que afecta la percepción del valor propio a lo largo de la vida.
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